No sé si les ha pasado, pero a veces siento que cuando veo el celular la cabeza me va a explotar, sobre todo cuando empiezo a ver los interminables chats y las aplicaciones de noticias e información de actualidad, tanto que a veces me dan ganas de aplicar esa fórmula del famoso “distanciamiento social” no solamente a nivel físico, sino también a nivel cibernético.
Pero claro, he de confesar que no creo haber llegado a ese nivel de valentía o de madurez, pues no se crean, siempre está ese deseo de no perderme de ningún chisme o noticia sensacionalista sea de donde vengan, además de que mi celular también es parte de mis machetes, con el que dirijo la parte de By Karula de redes sociales, toma de fotografías, contacto con clientes, etc. Así que sería difícil y no tan conveniente hacer realidad ese sueño de película de Hollywood de reventar contra la pared el pobre dispositivo inteligente, que dicho sea de paso que, considero que el inteligente debe de ser el usuario al darle la ponderación adecuada que debe de tener en su vida.
Pero bueno, haciendo memoria, para lo del distanciamiento social creo que empecé a entrenar en los famosos chats de “papas” de la escuela de mis hijos, seguidos de los de amigos de promoción, pasando por los de intereses en común, asociaciones, entre otros; y aunque no crean, he estado muchas veces a punto de mandar al basurero esa app del telefonito verde y la de un pajarito azul, porque realmente me encuentro con algunos grupos o comentarios tan intensos, groseros, hirientes, vulgares, llenos de odio, faltos de empatía y muchas otras cosas que logran quitar la paz mental, no entiendo cuál es la satisfacción que sienten o de donde creen que obtienen el derecho de ofender al que no piensa igual a ellos.
Pero como les dije antes, la inteligencia debe de venir de nuestra parte -no del dispositivo ni de las apps- así que utilizo la solución que al menos una de las apps me da y silencio por algunas horas -a veces hasta semanas- algunos chats… ¡esa herramienta de silenciar es una gran cosa! Con la otra, lo que me ha tocado es mandarla al fondo de mi lista para no tenerla tan a primera mano.
Como conclusión, me temo que esa relación “Tigre” de amor-odio deberá seguir existiendo pues es increíble a lo que hemos llegado hoy en día con la dependencia hacia el que algunos llaman una extensión de nuestros cuerpos. Casi que se nos olvida cualquier cosa menos el tener cerca nuestro celular. Pero es importante que estemos bien conscientes en todo momento, que es una herramienta para comunicarnos, educarnos -aprovechemos que hoy en día hay una gran oferta de capacitaciones-, distraernos, hacer negocios, organizarnos y muchas otras cosas más, pero no es una licencia para ofender o denigrar a otro ser humano, ya que el hecho de que no lo tengamos de frente en carne y hueso, no significa que no exista -bueno hay troles, pero ese es tema aparte =)-. Recordemos aplicar las famosas tres reglas de Sócrates antes de decir algo: ¿es verdad?, ¿es bueno?, ¿es útil o necesario? Considero que, si todos aplicáramos la empatía, esta sería una sociedad mucho mejor.